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Un lunes demasiado frío, pensé que el clima mejoraría pero pareciera que no.

Temprano envié mi primer informe de la práctica (debo presentarlo semanalmente los lunes).
Salí de mi casa rumbo a la empresa y vi un carrito como para mi primito Manuel (a el no le deben gustar los kawaiis=tiernitos), es el carro de un vecino.

Encontré una ruta más rápida para llegar a la empresa, me demoro 10 minutos y paso por unos cultivos lindísimos.

Apenas empezó la jornada de trabajo el fundador de la empresa a quien debo presentarle los informes me dijo que nos reunieramos.
Me llamó y me contó que todos los lunes después del informe (que es sobre cultura japonesa), discutiríamos sobre lo que yo había escrito. Tuvimos una charla de aprox. 1 hora y media de la cual hablaré al final.

En la noche fui a un almacén de ropa que me recomendaron llamado UNI QLO, aunque el nombre es muy sugestivo, los precios son muy buenos, la ropa es como la de Tennis en Colombia.

Como el almacen obviamente es en ViNAWALK, pues no pude desaprovechar para tomar una foto nocturna de la pagoda hermosa que ya les había mostrado antes.

Para terminar el día y antojar a mi papá de venir a visitarme, un arrocito con huevo! una comida muy colombiana pero con chopsticks (palitos) porque acá no tengo cubiertos y ya aprendí a usarlos maravillosamente.

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Ese fue el resumen de mi lunes, pero quiero contar algo que aprendí y me gustaría leer opiniones al respecto.

El reporte que escribí fue sobre cómo percibo la gente Japonesa, pero en mi conversación con mi super jefe tocamos muchos temas alrededor de ese.

Supongo que ya tienen una idea mental sobre Takase-san (los que han leído el blog completo y saben las razones por las que estoy acá), es un señor al que no le calculo la edad pero tiene muchas decadas encima, habla inglés muy bien y es demasiado amable. Lo que más me sorprende de él es su "sabiduría", esto va a sonar a chiste pero es real, es el típico maestro de película de artes marciales, un hombre de mucha edad, sabio, que siempre tiene palabras que uno jamás espera oir.
Es como el profesor Miyagi en Karate Kid (así lo veo yo), o como La Rata de las Tortugas Ninga, o la tortuga de Kung-Fu Panda, en fin, creo que ya entendieron lo que trato de decir.

Hablamos de Colombia, Japón, la guerra, no se, tantas cosas que ahora no recuerdo todas, pero llegamos a lo callados que son los Japoneses, dicen poco, expresan poco, comparados con la cultura Latina donde todo es tan obvio y no nos quedamos con nada. Hablábamos de las ventajas y las desventajas que tenía cada cultura por ser así. Y no sé por qué llegamos a las relaciones interpersonales y me habló sobre algo de la filosofía Zen llamado "ishin-denshin" (no se preocupen no me estoy volviendo Zen, sólo me lo contó).

Ishin-Denshin no tiene traducción literal aunque algunas personas digan que es "telepatía", pero va un poco más allá, es algo como: la comunicación de pensamientos sin necesidad de palabras.
Hay conceptos que dicen que es una conexión "de mi corazón a tu corazón".

Pues los Japoneses se comunican así, sin hablar, sin necesidad de decirlo y se entienden! Los negocios funcionan de la misma manera.
No tienen que ser explícitos, dicen que son la misma nación, la misma cultura, por eso pueden entender los movimientos y miradas del otro, sin tener que decir una sola palabra.

Las relaciones de pareja son iguales, no se dicen que se quieren ni que se aman, de alguna forma ya lo saben y se lo dicen de maneras diferentes sin palabras. Como dice una canción que cantaba Nicolás precisamente ese día "la mujer que yo quiero no necesita deshojar cada noche una margarita..."
Para ellos es lo mismo estar cerca que a miles de kilómetros, es algo en el alma que lo llevan con ellos, no necesitan algo físico.
A veces exageran, no llevan a la pareja a eventos sociales, no tienen contacto, lo máximo que se ve en la calle es gente cogida de la mano pero no es común, tampoco creo que sea necesario llegar hasta allá.

Pero los occidentales lo decimos y lo decimos mucho, no sólo eso, necesitamos oirlo, extrañamos que nos lo digan todo el tiempo, lo escribimos en todas partes pero que diferentes son las relaciones.
Los orientales tienen relaciones para toda la vida (aunque en los últimos tiempos muchos se han occidentalizado un poco), en cambio los occidentales que tanto alardeamos de cuántos nos queremos tenemos relaciones más efímeras.

El tema me quedó sonando mucho e hizo cuestionarme muchas cosas, a mi me encanta que me digan que me quieren y también me gusta decirlo, pero creo que hay cosas más significativas que las palabras que a veces no vemos.

En fin, no sé a cuántos les haya podido parecer interesante pero me pareció algo bastante bonito, tal vez haya un poco de eso que debamos aprender.