Sacar las cosas de la maleta y arreglar el apartamento.
Actualizarme de lo que pasa en el mundo y copiar fotos al PC.
Lo único que hice fue buscar en internet si en Ebina había Sukiya, la comida barata y deliciosa que conocí en Kyoto, y si! encontré uno, un poco lejos pero fui en bicicleta! Que felicidad.
Viernes poco productivo pero se siente bien estar de nuevo en casa.
despues de semejante viaje lleno de sabores, imagenes y gente chevere llego la hora de volver a la normalidad. se debe sentir raro, no?
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