Tenía 300 yenes, era lo único que me quedaba...
Y felizmente ese día me pagaron!!!
w0w que fin de mes tan terrible, pero valió la pena el gasto en el viaje a Kyoto.
La señora bonita me dijo que comprara un regalo para María que cumplía años y que ella daba la mitad del dinero, yo ya sabía qué quería comprarle, habíamos visto una blusa en Yokohama de la que ella se enamoró.
Después del trabajo me fui para Yokohama, la estación tiene como 4 malls diferentes, no me van a creer, estuve perdida 1 hora jijijiji, no encontraba el almacén, nunca sabía dónde estaba.
Por fin llegué al almacén y como siempre en Japón, la blusa ya no estaba! Si en Japón uno se antoja de algo debe comprarlo ese mismo día sino es imposible volverlo a conseguir.
No sabía qué hacer, así que dañé la sorpresa y llamé a María a preguntarle qué quería, me dio varias opciones y terminé comprándole un "kit" de belleza jijijiji de un almacén llamado "The Body Shop", venden cosas deliciosas, con olores riquísimos.
Dañé la sorpresa pero me alegró mucho poder comprar un regalo para ella.
Era tarde así que tomé el tren para Ebina y no me lo van a creer, después de tantos meses acá no sé por qué cogí el tren que no era! El tren llegó a su destino final como 40 minutos después de arrancar sabiendo que a Ebina se demora media hora. Estaba en una ciudad que no tengo idea de dónde queda, ni cómo se llama, tuve que devolverme hasta una estación antes de llegar a Yokohama y ahí tomar un tren a Ebina, llegué tardísimo.
Esa noche, mientras estaba en el tren me avisaron que había llegado a Japón una señora con la influenza.
Llegué a Ebina, paquetes a la bicicleta que me esperaba donde siempre y volví a mi casa... que rabia haberme perdido, increible que eso aún me suceda.
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