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En NCK me dieron permiso de tomar días libres para hacer otras actividades que enriquecieran mi conocimiento sobre cultura Japonesa.

Decidí quedarme en la casa a leer un libro llamado "La espada y el crisantemo" escrito por Ruth Benedict, una antropóloga enviada por Estados Unidos a Japón a estudiar el comportamiento de los Japoneses para así saber cómo se comportarían en la guerra, eran impredecibles.

No es lo mismo leer sobre la segunda guerra mundial en cualquier lugar del mundo que hacerlo en Japón; saber que donde uno se encuentra ubicado cayeron tantas personas y existió tanto sufrimiento es impactante.

Leer este libro ayuda a entender la ética de los Japoneses y a su vez su comportamiento a veces extraño para los extranjeros; queda claro que la cultura japonesa es la cultura de la vergüenza que es muy obvia cuando uno vive con ellos tantos días.

Es un libro muy interesante para las personas interesadas en conocer qué hay en el interior de los Japoneses, no es escrito por una Japonesa, pero logra entender muchísimas cosas y las explica claramente.

Estuve todo el día leyendo, hasta que cayó la tarde y vi un reflejo naranja en la casa de atrás, supuse que había un atardecer hermoso, pero jamás imaginé que lo sería tanto.

Abrí la puerta de mi apartamento, me asomé al balcón y presencié tal vez una de las imágenes más hermosas que haya visto en mi vida... nunca antes vi el sol de esa forma, y de ese color, me sentí en una película de artes marciales Japonesa, sentí que estaba en la tierra del sol naciente.

Era una bola naranja/roja, pintada en el cielo gris, parecía de mentira; toda la ciudad parecía gris y el sol era el único con color sobre el cielo, podía mirarse, parecía no reflejar mucha luz, corrí por la cámara pero ésta si percibía toda la luz y hacía unas manchas blancas sobre el círculo rojo que yo alcanzaba a ver.

Afortunadamente logré tomar algunas fotos que me recordarán por siempre esa imagen tan hermosa!!! Duró poco pero suficiente para llenarme el espíritu de emoción... Reconozco que ante tanta belleza, lloré.